Venta de experiencias, un mercado al alza.

El cine se ha trasladado de las pantallas a los planes de negocio. Al cabo de los últimos años cada vez se ha hecho más usual que las empresas independientemente de su facturación y tamaño, se sirvan de los contenidos cinematográficos para potenciar la venta de productos, servicios e, incluso, para desarrollar nuevas líneas de negocio.

La causa principal de este fenómeno es la apuesta por el marketing de contenidos. En otras palabras, es el modo que tienen las organizaciones de distribuir su contenido entre clientes potenciales conectando con su público. Ahora se trata de establecer una conexión más emotiva con el público, de vender experiencias más que productos, como el material multimedia o el producto más característico de redes sociales. De hecho, según el II Informe de Marketing de Contenidos en España realizado por Hoyreka Contenidos, casí el 95% de las empresas ha implementado una estrategia de marketing de contenidos durante el 2016.

En base al estudio citado anteriormente, para aproximadamente un cuarto de las compañías el objetivo de su estrategia es generar nuevos leads y clientes. Este dato demuestra que las empresas apuestan por los contenidos multimedia o de redes sociales como una nueva fuente de ingresos. Uno de los mejores ejemplos para documentar este fenómeno es uno de nuestros vinos más representativos: el Jerez.

Según los datos recogidos por el Consejo Regulador de los Vinos de Jerez en el año 2015, las ventas de vinos generosos de Jerez en España después de 30 años de descensos experimentaron un crecimiento del 1,5%. Entre otras razones gracias al rodaje y distribución de la película documental Jerez y el misterio del Palo Cortado. Y concretamente en el caso del vino Palo Cortado sí aumentó sus ventas en un 33% en buena medida por efecto del documental.

El éxito que obtuvo este filme, sumado a la gran difusión mediática que proporcionaron varios canales televisivos, diarios y revistas especializadas propició que la venta de vino de Jerez se disparase logrando acabar con una cuenta de resultados positiva por primera vez tras tres décadas de pérdidas.

Además, cabe destacar que unas de las compañías que figura en el citado documental incrementó sus ventas nada menos que un 30%. Este es, sin duda, un claro ejemplo de cómo la publicidad y el marketing necesitan, a día de hoy, vender experiencias para conectar con su público, en lugar del modelo tradicional de venta de necesidades que ha reinado durante años.

En esta línea, grandes expertos de estos sectores han hablado sin tapujos sobre este fenómeno. Miles Young, CEO de Ogilvy & Mather, explicaba que estamos asistiendo al final de la era del vendedor agresivo, cuando el anuncio está incrustado a la fuerza en el contenido. Este tipo de comunicación se hace cada vez más insoportable para un gran número de consumidores; como consecuencia, está naciendo una relación distinta entre las marcas y sus clientes.

Por su parte, Mark Eaves, managing director en Drum PHD, es aún más contundente: Los documentales tienen autenticidad; algo que las marcas están tratando desesperadamente de conseguir al comunicar sus valores. No es sólo cuestión de conseguir publicidad sino de obtener credibilidad.

Todos estos datos parecen indicar cuál es el próximo paso que deben seguir las empresas a la hora de potenciar nuevas líneas de negocio, ofrecer nuevos productos y servicios e, incluso, recuperar algunos que a priori han podido quedarse obsoletos o han dejado de generar emociones cuando antaño sí lo hacían.

Comienza el reinado del marketing de contenidos en el mercado. En resumen: no interrumpir, cautivar.

 

 

JOSÉ LUIS LÓPEZ-LINARES (El Economista)